El feedback es súper importante cuando se trata de liderar a un equipo. No se trata solo de decir lo que está bien o mal, sino de ayudar a las personas a crecer, aprender y mejorar en lo que hacen. Cuando un líder da retroalimentación de forma honesta y amable, se crea un ambiente de confianza donde todos se sienten cómodos para hablar y mejorar. Además, escuchar también es parte del feedback, no solo hablar.
Muchas veces los jefes llaman "feedback" a sus comentarios negativos hacia sus trabajadores, cuando en realidad son comentarios groseros o con el afán de ofender y hacer sentir mal al colaborador, lo que genera un ambiente pesado y una tensión diaria durante la jornada laboral, lo que en lugar de beneficiar a la organización, la perjudica.