Me di cuenta de lo importante que es saber dar y recibir feedback. Muchas veces lo tomamos como una crítica o algo negativo, pero en realidad puede ayudarnos a mejorar. Si alguien nos dice algo con buena intención y de forma clara, podemos aprender de nuestros errores y hacer mejor nuestro trabajo.
También me gustó que se mencione que el feedback no debe ser solo para corregir, sino también para reconocer lo que se hace bien. A veces se nos olvida decir las cosas positivas, y eso también motiva. Creo que si los líderes aplicaran esto todos los días, habría mejor comunicación y más confianza en los equipos.